Seamos realistas: hacer ejercicio a cualquier hora del día es mejor que no ir al gimnasio. Sin embargo, adquirir el hábito de hacer ejercicio por las mañanas tiene ciertos beneficios.
Reservar tiempo para esa sesión de gimnasio temprano en la mañana puede ser una excelente manera de comenzar el día de una manera positiva y productiva.
Táchalo de la lista: A primera hora de la mañana, no has tenido la oportunidad de que otras responsabilidades te arruinen el día (reuniones de trabajo hasta tarde, pasar tiempo con tus hijos). Si te levantas y haces las cosas temprano, puedes asegurarte de que el ejercicio esté en tu lista todos los días, sin importar lo que te depare el resto del día. Muy rara vez tenemos conflictos a primera hora de la mañana que interrumpan el ejercicio.
Calma tu mente : el ejercicio también libera endorfinas (“hormonas del bienestar”), que pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Cuando tu día comienza con un buen entrenamiento, puedes afrontar el resto del día con un estado mental más tranquilo y mejor.
Pierda grasa y gane músculo: algunos investigadores han descubierto que la grasa se descompone cuando las personas hacen ejercicio antes del desayuno. Hacer ejercicio antes de comer ayuda a imitar un estado de ayuno y puede ayudar a iniciar la pérdida de peso. Los estudios han demostrado que se puede quemar hasta un 20 % más de grasa cuando se hace ejercicio con el estómago vacío, en comparación con hacerlo después de comer.
Los estudios también han demostrado que, cuando te despiertas, los niveles de testosterona en tu cuerpo están en su nivel más alto del día. Esto significa que el momento óptimo para realizar ejercicios de fortalecimiento es la mañana, cuando tu cuerpo está listo para desarrollar músculo.
Duermes mejor: ¡El ejercicio matutino puede incluso ayudarle a dormir mejor por la noche! ¿Ha notado que después de hacer ejercicio por la noche, llega a casa con energía y le cuesta conciliar el sueño? Hacer ejercicio aumenta la temperatura corporal y le da energía al cuerpo. Esto puede hacer que sea más difícil conciliar el sueño poco después. Por otra parte, cambiar a ejercicios matutinos puede ayudar a dormir más y con más calidad por la noche.
Al final del día, mientras hagas ejercicio, estás haciendo algo bien, sin importar la hora. El hecho es que muy pocos tienen una rutina de ejercicios establecida y constante. La vida se interpone en el camino y postergar nuestras sesiones de gimnasio hasta el final del día, cuando "quizás tengamos tiempo", no ayuda.
Intenta levantarte una hora antes por la mañana y hacer algún tipo de ejercicio. Ya sea una caminata rápida al aire libre o una sesión rápida de yoga de 30 minutos, no hay mejor manera de empezar el día que moviendo el cuerpo.
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¿Haces ejercicio por la mañana o por la noche? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!